Como mínimo una vez al año realizamos un análisis del fluido térmico de la instalación de nuestros clientes. Los valores más críticos para el funcionamiento son la viscosidad y la temperatura de encendido. El primero porque indica la dificultad de vehicular el fluido, especialmente en frío, mientras que el segundo parámetro asegura que se pueda trabajar sin riesgo de incendio en caso de fuga.
Cuando el flash point, que es la temperatura a la que el fluido empieza a encenderse con una chispa pero no se mantiene encendido si se retira la fuente de ignición, baja respecto al punto de referencia, indica que el fluido contiene volátiles que son fácilmente inflamables.
Para mejorar el flash point se debe airear el fluido, de manera que los volátiles se puedan eliminar. No obstante, el venteo debe ser controlado, pues provoca aumento de la viscosidad y si éste es muy elevado, con la solución de un problema podemos crear uno nuevo.